Breve libro, de menos de 100 páginas, del escritor uruguayo fallecido en el año saliente sobre la única religión que no tiene ateos: el fútbol. En él se describe la esencia de este deporte empezando por sus principales elementos: la pelota, el estadio, el hincha, el fanático, el jugador, el arquero, el gol (o el orgasmo del fútbol), el ídolo (y su ocaso) , el director técnico o el árbitro, quien vistió siempre de luto y cuyo trabajo consiste en hacerse odiar.
“Y algún mal día el jugador descubre que se ha jugado la vida a una sola baraja y que el dinero se ha volado y la fama también. La fama, señora fugaz, no le ha dejado ni una cartita de consuelo.”
Continúa con un repaso a los Mundiales de fútbol desde 1930 hasta el del 86 o 2002, dependiendo de la edición. Tras una breve contextualización histórica, Galeano resume con precisión, sencillez y humor el acontecimiento deportivo. A su vez, y mientras avanza en la historia de los mundiales, se detiene tanto en la carrera como en la vida personal de jugadores excepcionales tales como Di Stéfano, Garrincha, Pelé, Romario o Maradona.
El libro resulta una obra de obligada lectura para los amantes del balompié e impele a la búsqueda de nuevos escritos del autor sobre mundiales posteriores (2006 y 2010), que encontramos aquí y aquí. Para los más indolentes existe un álbum en Spotify con los relatos que componen el libro leídos por el propio autor.
TRIVIUM 