Nota rápida: el último CIS antes del 20D

Este mediodía el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado su encuesta preelectoral de cara a las elecciones generales del 20 de diciembre. Son muchas las encuestas, y cuanto más cerca está la cita electoral mayor es su frecuencia, que han sido publicadas en los medios de comunicación pero ninguna tiene la confianza o garantía de una encuesta del CIS. Además ofrece una estimación fiable de diputados por cada provincia del territorio español, algo que no es capaz de ofertar ninguna empresa demoscópica privada.

¿Por qué es tan importante esta encuesta o por qué es más importante que el resto? En primer lugar porque acierta. Acertó en 2011 y también lo hizo el promedio de encuestas de Kiko Llaneras para las elecciones catalanes de finales de septiembre. La leyenda negra construida en torno al CIS y su aceptación en todos los ámbitos de la sociedad, desde políticos a profesores de universidad, se basa en la concepción de la encuesta política del CIS como una encuesta manipulada desde Moncloa con el objetivo de que el electorado apoye al caballo ganador. Sin embargo, esta «manipulación» no es más que la cocina del CIS, es decir, la corrección del votante indeciso, del votante mentiroso, del votante fiel, la conversión de votos a escaños teniendo en cuenta el sistema electoral, etc. Y en segundo lugar, la encuesta publicada hoy cuenta con una muestra superior a las 17.000 entrevistas. La magnitud de esta muestra se podrá valorar mejor junto algunas que copan las portadas de los diarios más vendidos en España. Por ejemplo, la encuesta de Metroscopia para El País se basa en una muestra de tan sólo 1.200 entrevistas. La gran diferencia que encontramos entre ambas se debe a que la primera es pública y no escatima en gastos para ofrecer un servicio de calidad (pero también a veces opaco), mientras que la segunda es privada y tiene que tener unos costes que a su vez permitan una venta a los medios de comunicación. Es decir, la encuesta del CIS siempre será mejor que cualquier otra porque goza de un buen presupuesto que permite unas mayores posibilidades demoscópicas. Esto nos lleva a otra cuestión: partiendo de la premisa según la cual la encuesta del CIS es «errónea» o directamente «manipulada», resulta ilógico y llamativo que los políticos y ciudadanos  del país no cuestionen a su vez el dinero público destinado a un servicio «inútil». Esto último se debe a una sociedad que vive anestesiada debido al pago indoloro y aplazado de servicios mediante impuestos. La mayoría de los españoles (64%) consideran que se benefician poco o nada de los servicios públicos financiados con los impuestos y un 62% que da más de lo que recibe del Estado. Sin embargo, también creen que los impuestos (nunca los suyos. Sistema injusto = 87%) deben aumentar. Y sí, estos datos también los proporciona el CIS.

Por último, me gustaría destacar una observación que apreciamos en el largo plazo en la definición ideológica de los españoles.

Estudiando la evolución de la definición ideológica del entrevistado, encontramos dos tendencias: una tendencia alcista de socialistas y una tendencia bajista de apolíticos. Empezando por estos últimos, la consolidación de Podemos como partido «revolucionario» o alternativo al sistema explica el cambio de muchos ciudadanos que no tenían interés en la política nacional, ya que no se encontraban representados por los partidos clásicos, que no tenían una identidad política clara y que estaban fuera del sistema electoral se vean atraídos por la formación morada. Como refleja el CIS, Podemos es el partido que más votantes externos al sistema recoge. En cuanto al ascenso de socialistas, basta dar un paseo por una universidad española para advertir la presencia del comunismo y socialismo en el cohorte de población en edad de votar más joven. El partido que más votos acumula en el primer cohorte de edad es Podemos, cuyo electorado se define como «socialista» y «progresista». No parece casualidad.

kjhujhuk

Nota rápida: el último CIS antes del 20D

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